Como cada Martes Santo y este no iba ser menos. Hoy tendríamos que estar acompañando a nuestra hermandad local de la Oración en el Huerto. Una tarde en nuestro pueblo de Lebrija con nuestra gente después de tres días intenso en distintas localidades. Sería hoy cuando pusiésemos nuestros sones detrás del paso de palio de Nuestra Señora Santa María de Jesús. No disfrutaremos de ese baile a la recogida de la morena de la corredera al son de campanilleros, ni la marcha real que cierra el cortejo y cofradía de esta hermandad.
Una hermandad que fue fundada anteriormente al año 1815, en este año tuvo que redactarse nuevas reglas ya que las otras estaban extraviadas. A lo largo de su historia ha pasado y por altos, siempre ha sido una hermandad humilde económicamente que ha logrado con su más y con sus menos salir de ellos.
Son muchos años los que nuestra formación lleva acompañando musicalmente a Santa María de Jesús. Han sido muchas tardes de últimos rayos de sol los que se reflejaban en la cara de la madre de Jesús, pero sin embargo muchos de los que no se sabía si las previsiones meteorológicas lo permitirían. Pero como bien dice el refrán quien no arriesga no gana, son muchas veces las que han puesto el cortejo en la calle y se ha disfrutado de una tarde de Martes Santo, aunque siempre con la mirada en cielo. Es hoy cuando ni el arriesgar gana, hoy son 365 días los que nos queda para volvernos a juntar y disfrutar de un Martes Santos. Así es y así lo han querido ellos. El año que viene será con más fuerzas y ganas, porque todo saldrá bien.